viernes, 2 de marzo de 2018

La banca ética

Hace un mes, fui a escuchar de primera mano, lo que explicaban tres directivos, uno de una cooperativa, la Caixa d’Enginyers, y los otros dos de dos bancas, una de procedencia italiana (Fiare banca ética) y la anglosajona Triodos bank que operan en nuestro país desde hace algún tiempo. Jóvenes estudiantes, adultos en activo y colegiados seniors, desbordaron el auditorio principal del Col·legi d’Economistes de Catalunya. Lo mejor, ver sus caras de satisfacción a la salida. Dirían que el bien a las personas y a nuestro entorno, mediante una nueva forma de hacer banca, puede ser viable. Una banca, que tiene por requisito principal la economía real, haciendo compatible la rentabilidad financiera y la económica, y logrando objetivos sociales y ambientales, es aquí. Exige no operar en paraísos fiscales y el abanico salarial de sus equipos va de 1 a 12 como máximo y no de 1 a 800 como la banca tradicional. Trata el cliente a largo plazo sin fluctuaciones, sin provocar burbujas y grandes pérdidas. Y antes de escoger sus proyectos, la banca ética aplica criterios de selección, unos negativos: evitando invertir, por ejemplo, en la producción y venta de armamento, de energía nuclear, en especulación financiera, o en deslocalizaciones con prácticas de explotación laboral; y otros positivos: prioriza sus inversiones en determinados sectores y apoya proyectos medioambientales, actividades de comercio justo, y micro-créditos a personas con escasos recursos. Valores para mejorar el mundo y las personas. La banca ética  es simplemente un banco que aplica en su actividad los cinco principios éticos siguientes: Ética aplicada en los criterios de inversión y concesión de créditos; Coherencia con valores éticos; Participación democrática de sus socios en las votaciones y en la definición de las políticas básicas de la entidad; Transparencia con información pública y regular de sus actividades; e Implicación con criterios positivos a fin de transformar la sociedad. Sobre los criterios De inversión, podíamos decir que el 30%, como mínimo, de sus instrumentos inversores habrían de ser productos de banca ética. En Francia ya operan con un 60% y en Inglaterra la banca ética ocupa un 20% del sector financiero. La caída y rescate del sector bancario arruinando a muchas familias, algunas endeudadas más de lo que podían, y otras motivadas a comprar produces financieros trampa, enriqueciendo a quien ya lo era, han hecho surgir una banca ética. Cada día los bancos utilizan el dinero de sus clientes para financiar e invertir en empresas que fabrican armas utilizadas en conflictos en todo el mundo. La banca ética es estable porque rechaza prácticas arriesgadas y son entidades sin ánimo de lucro. És asamblearia donde el socio opina. Competitiva, da buenos servicios. Transparente, tiene productos claros y sencillos. Igualitaria, con remuneraciones equitativas. Y es un banco que ha de asegurar el retorno de sus fondos a los depositantes y garantizar su propia continuidad. Banca con valores para mejorar el mundo y las personas.

Artículo traducido del publicado en el semanario El 3 de vuit

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