lunes, 4 de septiembre de 2017

Innovación

Cambiar, adaptarse, mejorar, verbos comunes antes del de Innovar del cual las empresas que piensen en futuro deben mentalizarse a utilizar. Pero qué es innovar? Los paradigmas de la sociedad han cambiado. Antes la fidelización a personas y empresas era una constante, ahora se considera un signo de poca experiencia. Los jóvenes de hoy, si trabajan, no se conforman a seguir demasiados años en un mismo lugar, los atraen nuevos proyectos. Después de tres revoluciones industriales, hemos entrado en la cuarta donde todo es inmediato, rapidísimo, instantáneo. Todo es volátil, incierto, complejo y ambiguo. Esto es lo que se llama entorno VUCA, por sus siglas en inglés. Las empresas deben adaptarse a este ritmo trepidante de cambio, ya que, según Jack Welch, si el entorno va más deprisa que la misma empresa, el final está a la vista y la única pregunta que tienes que hacerte es: cuando se producirá? Esto es innovar. La primera revolución, 1750 vino marcada por la máquina a vapor, el cambio de agricultores y ganaderos a manipuladores de máquinas accionadas por energía, la aparición de nuevas materias primas como el algodón y el hierro, desarrollando la industria textil y la construcción de los ferrocarriles. La segunda, de la mitad del siglo XIX hasta la I Gran Guerra, en Cataluña aparecieron sectores como el eléctrico, la construcción y la metalurgia que se vio favorecida por la repatriación de capitales ganados en las colonias por los "indianos".
Me atrevería a decir que la tercera revolución llegó a finales del siglo XX con la tecnología de comunicación por Internet y las nuevas fuentes de energía renovables. Recordáis el antes y el después de las Olimpiadas del 92? La estación de telecomunicaciones para retransmitir los juegos nos permitió dar un salto inimaginable. Ahora ya estamos en la cuarta revolución donde todo es posible. Ya no hace falta ser adinerado para poner un negocio en marcha. Hace falta imaginación, inventiva, creatividad y preparación. Y con la globalización, los jóvenes recién salidos de las universidades comienzan negocios casi como un juego y los hacen rentables como nunca hubieran soñado. Se refiere a las redes sociales, la robótica, las aplicaciones en los móviles, el comercio en línea, etc. La mayoría de las start-ups, empresas de nueva creación con grandes posibilidades de crecimiento y fuerte componente tecnológico relacionadas con el mundo de Internet y las TICs, utilizan otras nuevas formas de financiación al margen de las entidades financieras tradicionales. Crowdfounding, a través de una plataforma, el emprendedor logra en un tiempo acotado la financiación de un colectivo de gente que se unen a cambio de algo simbólico, haciendo posible la ejecución de su proyecto. Playfunding, los emprendedores subirán su proyecto, manteniéndose a la espera de que una empresa los "patrocine". Crowdlending, mediante páginas avanzadas en el crowdfunding, las empresas ofrecen una rentabilidad o un tipo de interés alto a los inversores potenciales.

Crowdsourcing, en una Marketplace, las empresas abren una convocatoria sobre una tarea específica a un número indeterminado de personas, y pueden elegir los más apropiados para desarrollar esa tarea. Ya no vale seguir en la zona de confort. Ya no se puede vivir pensando que vamos a mantener el estatus para siempre. Tenemos que estar abiertos al cambio y si puede ser, debemos promoverlo para no quedarse atrás y ser tragados en el camino. Ahora cualquier invento está a disposición de todo el mundo, se comparte, ayuda a crear otros nuevos, no como antes que se guardaban como secreto con llave. Ninguna industria se escapa al cambio y las oportunidades son infinitas. Sólo hay límites a nuestra mente. Es por ello que las empresas que trabajan con equipos pequeños, con mentalidad abierta y cohesionados, creativos y con un liderazgo innovador, explorando nuevas expectativas, sin olvidar el funcionamiento del día a día, son las que podrán salir adelante. La población no crece en todo el mundo, envejece y los gobiernos son incapaces de solucionar el problema que ya se ha planteado con un paro en alza y unas pensiones no garantizadas a la baja. Los directivos formados bajo principios de estrategia pensada para organizaciones verticales y orientadas al control, al mando y en la obediencia, que reproducen estructuras militares, fueron un paradigma que dio la dirección clásica de la era industrial. Hoy las direcciones empresariales están recibiendo un giro sin precedentes. La innovación conlleva esfuerzo, por supuesto, pero también oportunidades.

traducción de 3 columnas de artículos en el semanario el 3 de vuit 

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