Hace un mes, fui a escuchar de primera mano, lo
que explicaban tres directivos, uno de una cooperativa, la Caixa d’Enginyers, y
los otros dos de dos bancas, una de procedencia italiana (Fiare banca ética) y la
anglosajona Triodos bank que operan en nuestro país desde hace algún tiempo. Jóvenes
estudiantes, adultos en activo y colegiados seniors, desbordaron el auditorio principal
del Col·legi d’Economistes de Catalunya. Lo mejor, ver sus caras de satisfacción
a la salida. Dirían que el bien a las personas y a nuestro entorno, mediante una
nueva forma de hacer banca, puede ser viable. Una banca, que tiene por requisito
principal la economía real, haciendo compatible la rentabilidad financiera y la
económica, y logrando objetivos sociales y ambientales, es aquí. Exige no operar
en paraísos fiscales y el abanico salarial de sus equipos va de 1 a 12 como máximo
y no de 1 a 800 como la banca tradicional. Trata el cliente a largo plazo sin fluctuaciones,
sin provocar burbujas y grandes pérdidas. Y antes de
escoger sus proyectos, la banca ética aplica criterios de selección, unos negativos:
evitando invertir, por ejemplo, en la producción y venta de armamento, de energía
nuclear, en especulación financiera, o en deslocalizaciones con prácticas de explotación
laboral; y otros positivos: prioriza sus inversiones en determinados sectores y
apoya proyectos medioambientales, actividades de comercio justo, y micro-créditos
a personas con escasos recursos. Valores para mejorar el mundo y las personas. La
banca ética es simplemente un banco que aplica en su actividad
los cinco principios éticos siguientes: Ética aplicada en los criterios de inversión
y concesión de créditos; Coherencia con valores éticos; Participación democrática
de sus socios en las votaciones y en la definición de las políticas básicas de
la entidad; Transparencia con información pública y regular de sus actividades;
e Implicación con criterios positivos a fin de transformar la sociedad. Sobre los
criterios De inversión, podíamos decir que el 30%, como mínimo, de sus instrumentos
inversores habrían de ser productos de banca ética. En Francia ya operan con un
60% y en Inglaterra la banca ética ocupa un 20% del sector financiero. La caída
y rescate del sector bancario arruinando a muchas familias, algunas endeudadas
más de lo que podían, y otras motivadas a comprar produces financieros trampa, enriqueciendo
a quien ya lo era, han hecho surgir una banca ética. Cada día los bancos utilizan
el dinero de sus clientes para financiar e invertir en empresas que fabrican
armas utilizadas en conflictos en todo el mundo. La banca ética es estable porque
rechaza prácticas arriesgadas y son entidades sin ánimo de lucro. És asamblearia
donde el socio opina. Competitiva, da buenos servicios. Transparente, tiene
productos claros y sencillos. Igualitaria, con remuneraciones equitativas. Y es
un banco que ha de asegurar el retorno de sus fondos a los depositantes y
garantizar su propia continuidad. Banca con valores
para mejorar el mundo y las personas.
Artículo traducido del publicado en el semanario El 3 de vuit